Con la llegada del invierno y la bajada de las temperaturas pueden aparecer problemas puntuales en nuestros pies.

[fusion_dropcap class="fusion-content-tb-dropcap"]E[/fusion_dropcap]sto puede deberse a cuatro causas principales:

1. Escasa movilidad: provocando una inferior circulación sanguínea y por tanto, una bajada de calor en nuestros pies.
2. Mala circulación: La óptima circulación en todo nuestro pie provoca una adecuada temperatura en los mismos, si, por el contrario, notamos una coloración morada en nuestros pies y un exceso de frío en los mismos, es evidente que nuestra circulación no es buena y no está cumpliendo su función de «termorregulador de temperatura».
3. Posible problema neurológico: afectaría a la sensibilidad de nuestros pies que es quien da la orden al sistema circulatorio para que aumente el flujo sanguíneo y por tanto, suba la temperatura.
4. Uso de calzado y calcetines adecuados: ambos deben ser los óptimos para cada estación del año, sobre todo en invierno y verano donde las temperaturas son más extremas.

Es normal que con la llegada del frío corramos a enterrar nuestros pies entre calcetines y zapatos, pero no por ello debemos descuidar su cuidado y visitar a tu podólogo de referencia ante cualquier anomalía en los mismos.